entremedio

para mi padre e hijos

Por un momento
paro, me siento
Y miro.
atrás
veo tu rostro,
delante
los suyos.

sosiego, incertidumbre
temor, ilusión,
acuden a mi.
Sentimientos
contrapuestos se amalgaman
en mi ser.

Cierro los ojos
Para de nuevo verte,
cierro los oídos
para de nuevo escucharte.

Abro los ojos
Y los miro,
Abro los oídos
Y atentamente los escucho.

Y sentado,
sigo caminando,
con el sosiego que me trae
tus sabias y honestas palabras,
acallando incertidumbres
creadas por ignorantes voces
de falsos profetas,
anunciando,
 engañosas libertades.

Me detengo
junto a ellos
los miro,
y el temor
se torna ilusión,
que me da la certeza
de haberte aprendido,

y aquel equipaje
del que un día me proveíste,
hoy me permitirá
tenderles mi mano
en su propio
caminar.
     


Benito da silva 4 de enero 2011

CÓMO FUE

Llegaste,
sin apenas hacerte notar,
en sigilo.
Cuando mis manos
aún no habían sentido
tu piel.

Llegue,
sin querencia,
sin impaciencia,
con pasos cortos.
Sin que mi piel
rozara tus dedos.

Viniste,
a veces yéndote,
dejándome a solas,
llenándome con tu ausencia.

Fui
sin temores acercándome,
dejándote a solas
con mi recuerdo.

Llegamos,
cuando los suspiros
fueron abrazos no dados.
cuando las palabras
fueron besos no recibidos.

Vinimos,
cual gota de mar
envuelta en las olas,
dejándose llevar.
Llegando, retirándose,
dejándose llevar.
sabiendo que el momento
de quedarse,
habría de llegar.

Fuimos
en volandas
a galope de palabras
no escuchadas,
por caminos de
instantes fugaces,
a lomos de indomable corcel
de sentimientos embridado.
Yendo, viniendo
y el día de estallar,
presagiado.


PUNTO DE INFLEXIÓN   Laura continuaba con su nueva vida, la cual comenzó aquella noche cuando se cruzó con la imagen que reflejaba de ella, ...

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