Fin del fin…
Llegó…
sé que amanecerá el día
y el sol brillará.
Será el fin del principio
del nuevo comienzo.
Finalizó ya,

el principio y final del fin del ayer.
 
Tendré…
Nuevas páginas en blanco
donde escribir,
inéditos capítulos,
Historias aún desconocidas
e ignorados caminares.
 
Veré…
Miradas amigas
que retornaran sonrisas,
manos extendidas
que el alma acariciaran.

 

Benet da Silva 18 de septiembre del 2022

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 Reflexiones en voz alta

¿En qué piensa mi señor? preguntó Sancho

¡Ay! Amigo Sancho, pensaba en el tiempo que llevamos caminando juntos.

Ambos continuaron cabalgando en silencio, hasta que el hidalgo con un tono más de reflexión en voz alta que de invitación a un dialogo, dijo:

Corre el tiempo, pasa por encima de nosotros, sin apenas percibirlo. Dejando a su paso; un arcoíris de vivencias. Rueda el tiempo, nos sube en su noria, transportándonos en su constante; sube, baja. Nos roza, a veces con suaves caricias, otras arañándonos con sus afiladas garras.

Hizo una breve pausa para tomar aire y prosiguió.

De pronto te das cuenta; que no son gigantes sino viejos molinos, eso sí, con afiladas aspas que, convierten el silbido del viento en guturales y grotescos sonidos que la realidad distorsionan.

De nuevo un breve silencio…

Miras a Rocinante y no queda en su cuerpo un solo hueco para una nueva cicatriz.

Tras varios minutos callado, pregunto a su acompañante.

¿Has observado mi lanza, estimado Sancho? Su punta ya es roma y el asta llena de esquirlas.

Quizás sea hora de abandonar el camino y buscar nuevos quehaceres manifestó el caballero andante.

Benet da silva. 14 de septiembre de 2022

 Bromitas a mí…
Ninguno de los allí presentes notó que había un cocodrilo sobre la mesa del comedor. En cambio, Juan se divertía mientras observaba las miradas interrogantes entre ellos. Les sorprendió aquella invitación.
—Ha sido una pena la muerte del joven cocodrilo —dijo uno de ellos.
—Según el parte del veterinario falleció por causa desconocida —contestó Juan, después, preguntó —¿Qué pasó con el cuerpo? No sé nada de él.
Juan notó la sorpresa que les causó aquella pregunta y tuvo que esforzarse para contener su risa, conocía el motivo de dicha reacción. Ellos intentando gastarle una broma, lo dejaron encima de la mesa de su despacho.
—Dejemos a un lado el trabajo —propuso.    
—La caldereta está espectacular, el pollo está muy sabroso —comentó uno de los invitados.   
—No es pollo, es de pescado, diría que rape o congrio —replicó otro.
—Es una carne especial, alguien la dejó encima de la mesa de mi despacho.
La palidez en los rostros fue unánime…

 


 SABER QUE…

Saber que…,

No hubo camino

si mis huellas en él no están.

La esperanza miente,

cuando se sabe mi única consejera.

Aunque el horizonte sea inalcanzable,

mis pasos han de ir en su busca.

Perder o ganar es indiferente,

si di lo que tenía en cada instante.

Quizás en ocasiones no gané,

pero nunca me perdí.

Benet da Silva 12 de septiembre de 2022

 


transito…

Por la alborotadora primavera
a través de libros caminé,
en aguas bravas
brazadas sin sentido di.

 Transitando el cálido verano,
bailé con la excitante Alyssa
e inciertos senderos leí.

 Ahora en el otoño,
cuando el invierno se aproxima.
Con paso lento
y aún la mirada de un niño,
tránsito a través de sendas
ocultas por las hojas caídas,
en busca de apaciguados estanques.

En ese último recorrido, quizás:
las palabras me abandonen,
las brazadas adquieran sentido,
pero las olas me arrastren.
Tal vez, Alyssa me seduzca.
Aun así, en el bagaje acumulado
hallo razones para decir: ¡VIVÍ!


Benet da Silva 15 de enero de 2022
Corregida 05 de septiembre de 2022

 

 


La más dura batalla de la operación; tormenta del desierto

—Americano, americano…  

Un joven intentaba captar la atención de Santiago, este desbordado por el atroz panorama producto de la última refriega, no percibió esta circunstancia. El chico insistió. Cuando al fin el sanitario le prestó atención y observando que buscaba ayuda en la traducción, dijo en perfecto inglés:

—No es necesario. Yo sé hablar el idioma de Shakespeare. 

Santiago no lograba salir de su asombro.

Mientras curaba sus heridas, el joven paciente le preguntó:

—¿Por qué quieres ser un héroe? ―Y sin darle opción a contestar, añadió —: Antes de venir vosotros; tenía padres, hermanos, amigos y novia. Había superado la prueba de acceso a la universidad. Puedes explicarme: ¿Por qué me habéis arrebatado todo eso?

Estas palabras desencadenaron la batalla más dura a la que se había enfrentado Santiago, desde el inicio de aquella injustificable barbarie. En sus pensamientos combatían por imponerse; la conciencia: «¿¡Cómo puedo participar de esta farsa!?» y la razón: «Necesito un trabajo estable».

 

SUEÑOS LETALES



 Sueños letales

Un día más trotó hasta el viejo molino, se tumbó en el suelo, cerró los ojos y se dejó vencer por el sueño. Repentinamente sintió una respiración que no era la suya y tras escuchar un suave relincho, abrió los ojos. A su lado un extraño caballo con alas le miraba con ternura.

—¿Quién eres tú? — Preguntó sobresaltado.

—Soy Rocinante, tu alter ego en sueños —después añadió —:¿Qué haces dormido a pies de este gigante? En cualquier momento te puede atacar.

Mientras tanto a cierta distancia el dueño de la granja a la que pertenecía nuestro protagonista, se quejaba un día más de la escapada de uno de sus caballos. Aunque sabía dónde encontrarlo, empezaba a estar cansado de sus fugas. Se dirigió hasta el viejo molino en su busca, pero al llegar contempló una dantesca escena; las paredes manchadas de sangre, en las aspas y esparcidos pedazos de lo que fue un hermoso caballo blanco.

 

 

PUNTO DE INFLEXIÓN   Laura continuaba con su nueva vida, la cual comenzó aquella noche cuando se cruzó con la imagen que reflejaba de ella, ...

RETAZOS