Presentación y coloquio de EL NIÑO Y LA TETA en Denia.



PRESENTACION EN DENIA

El lunes 30 de octubre, en la casa de la cultura de Denia, tuve el placer y el honor de compartir casi dos horas de conversación con ocho magníficas personas las cuales mostraron su compromiso con la literatura dándole una oportunidad a mi modesta novela, en todo momento tuve la agradable sensación de que la habían leído atentamente. Me mostraron distintas perspectivas señalando su deficiencias, hecho que agradezco en todo su magnitud, pues me ayudara en el futuro, así como sus fortalezas, lo cual el tiempo antes mencionado fue uno de los momentos en los que siento que mereció la pena el esfuerzo.
Gracias, Vicent
Gracias, Rosa
Gracias, Alberto
Gracias, Majo
Gracias, Carmen
Gracias, Inma
Gracias, Isabel
Gracias, María
Por vuestro acompañamiento y aportación en mi crecimiento en la literatura



 

RETAZOS



REFUGIO
 A la mañana siguiente se dirigió a casa de Soledad. Carmen, la hija de esta, le abrió la puerta:

—¡Mi niña, qué alegría! Y cuánto tiempo, pasa, pasa. Mami se va a poner muy contenta de que hayas

venido a verla.

Entraron en el salón y Carmen, dirigiéndose a Soledad, le preguntó:

—¿Sabes quién ha venido a vernos?

Laura se acercó y cogió las manos de Soledad, la

mujer, al sentir el tacto de la joven, dijo:

—¡Mi pequeña!

Después de abrazarla y besar sus mejillas varias veces la regañó por no visitarla más a menudo. A continuación, la invitó a sentarse a su lado, charlaron durante un rato. Soledad, pese a que una enfermedad le produjo la pérdida de la visión, notó el nerviosismo de la muchacha.

—¿Qué te ocurre, mi niña?

Laura se quedó callada mientras pensaba cómo explicarle a Soledad el motivo de su visita. Pero solía ser directa y sin pensarlo demasiado, espetó:

—Estoy esperando un bebé.

La cara de Soledad era un poema, solo pudo balbucear.

—¡Ay, Dios! Si eres una niña. ¿Cómo no has tenido cuidado? Además, eres aún muy joven, debías haber esperado.

 LAGRIMAS QUE SON BALSAMO
Por fin llegó el día, en concreto el momento en el cual una enfermera posó en los brazos de Laura un enrojecido cuerpecito que lloraba a pleno pulmón. La joven mamá sintió su vientre vacío, pero escuchó su corazón latir como nunca antes y sus emociones invadiéndola sin control, besó al bebé mientras por su mejilla resbalaba una lágrima, arrimó a su pecho al pequeño, lo abrazó unos pocos segundos, aunque suficientes para borrar todos los sinsabores vividos los últimos meses, no pudo articular palabra alguna, su cerebro solo emitía un mensaje: "Ha merecido la pena, nadie me podrá robar este momento". 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

                                                                           
                              DESPERTAR
                                                                              Se dirigía a su habitación cuando pasó frente al espejo;  de soslayo vio una imagen reflejada en la que no  se reconoció, volvió sobre sus pasos para cerciorarse de no haber visto un espejismo, cuando de nuevo se enfrentó a la presunta intrusa vio una mujer de mirada lánguida, rostro ajado, y rictus amargo. Se preguntó quién era y en qué momento ocupó su lugar. 



                                                                       


                                                                              CASA DE ACOGIDA

 Soledad recibió la visita de su sobrina Dolores, junto a dos pequeñas: Clara, de poco más de tres años, y un bebé que ni siquiera llegaba al mes de vida.





TIEMPOS DE CARIÑO
Cuatro años más tarde y tras más de dos sin apenas
aparecer, Dolores visitó de forma inesperada a su tía.
El encuentro resultó desagradable para Soledad, Dolores
venía en busca de su hija y, a pesar de casi haber
suplicado que no se la llevara, su sobrina no cedió.



PRINCIPIO DEL FIN

La niña giró la mirada y en ese momento intuyó
que aquella mujer tenía relación con la tristeza de su
«mami». La saludó e interrogó a Soledad:
—Mami, ¿quién es esta mujer?  
Pero fue la aludida quien respondió.
—Soy tu mamá. ¿No te acuerdas de mí?
—No, mi mami es ella —protestó Laura mientras
miraba a Soledad buscando respuestas.
Fue Dolores quien respondió:
—No, tu madre soy yo y te vas a venir conmigo.
Se acercó a la niña con la intención de cogerla por
el brazo, pero esta se escondió detrás de Soledad.

                                                                                                                                                                                                                           PREPARANDO UNA ENCERRONA                                                                                                                                                                                                                  
Por otro lado, Dolores daba los pasos necesarios para atrapar a Laura en su tela de araña, llamó a Pilar,
su sustituta en la regencia del pub donde ella había trabajado. La excompañera se alegró al reconocer su voz.
—¡Dolores, vaya alegría! ¿Qué me cuentas?
Necesito un favor. 
  —Si está en mis manos sabes que lo haré.
Le explicó la situación de su hija y la necesidad de que aportara a la maltrecha economía familiar, además le advirtió:
—En un principio no estará dispuesta a prestar los servicios extras y habrá que «motivarla», ya sabes a qué me refiero…



  

LA VERDAD DE LAURA,

Es una novela basada en una historia real y mas común de lo que seria deseable, tanto es así que algunas personas al leerla la han tildado de intrascendente. Y es este hecho el que en mi opinión le da valor a la historia de Laura. Con toda seguridad conoceremos casos similares y desde la distancia hemos juzgado a la persona de nuestro entorno mas o menos cercano. Sin conocer en realidad el camino y los devenires de su vida pasada.

En el caso de nuestra protagonista su transito vital está plagado de acontecimientos relevantes que la hacen tropezar, a los que hace frente con su única herramienta que es la férrea voluntad de vivir, esta le brinda las fuerzas para acometer una y otra vez la resiliencia que la hace florecer de nuevo, mas fuerte si cabe.


PRINCIPIO DEL FIN

Cuatro años más tarde y tras más de dos sin apenas aparecer, Dolores visitó de forma inesperada a su tía. El encuentro resultó desagradable para Soledad, Dolores venía en busca de su hija y, a pesar de casi haber suplicado que no se la llevara, su sobrina no cedió.

—Laura es mi hija, sabías que tarde o temprano me la llevaría. 

Soledad iba a replicar, pero escucharon el sonido de la puerta y unos segundos después entró en el salón una especie de torbellino que se lanzó al cuello de Soledad; era la pequeña Laura. La menor la abrazó y besó varias veces.

—¿Sabes qué me ha dicho hoy la señorita? —dijo con una sonrisa.

Frente a ellas, Dolores observaba la escena con desdén.

https://www.plateroeditorial.es/libro/la-verdad-de-laura_149412/


 

REALIDAD

¿Qué hacer?

cuando es el alma

la que hambre siente,

por la sed secos los labios están

y los ojos buscan

sin ver horizonte alguno.

Cuando asumes que,

hallar tu “santo grial”

es solo una utopía

y persiguiéndola

las suelas de tus zapatos

has desgastado.

¿Hacia dónde ir?

cómo hallar el mapa

que muestre el camino

o un viejo pergamino

en el cual reconozcas tu “Ítaca”.

 

Tal vez,

Cuando el alma hambre tenga,

los ojos ciegos estén

y al quedar descalzo,

sientas dolor en la planta de los pies.

estes en Ítaca

y descubras que,

el Santo grial, era el camino.

 

Benet da silva 14 de octubre 2023

 

 





 VACÍO

Fui yo quien se lo permití, mis pasos sincronicé con su compás, temía su implacable juicio. Por el, no escribí el borrador de aquella novela que mil veces imaginé a pesar de que su protagonista me hablaba, como sí los dos conectáramos a través de telepatía, ni me paré a escuchar el sonido de la lluvia, tampoco miré las estrellas una clara noche de luna llena o siendo por unos segundos valiente me subí a un monopatín corriendo el riesgo de divertirme. Tan solo, patiné por una pendiente llena de grasa hasta estrellarme en el más absoluto vacío. Mientras, él, entonaba su monótona onomatopeya, Tic tac, tic tac…



Prólogo
A menudo he pensado al leer uno, que el prólogo de una buena novela es el aperitivo no pedido de un comensal que ha elegido otros platos y que, por tanto, como lector uno tiene el derecho de repudiarlo porque, a fin de cuentas, quiere comer otras cosas. Ese complejo me acompaña cuando escribo estas líneas, lacónicas e insustanciales, menos importantes, como lo es la sombra que acompaña al cuerpo. Y con este prejuicio, pero cargado de buenas intenciones, pretendo acercar esta novela al lector seguro, eso sí, de que le conviene leerla, lo que ya me adelanto a decir.

La literatura puede cambiar al mundo, y eso parece saberlo Benet en esta obra, poniendo delante de nuestros ojos una historia real de situaciones y sentimientos en un cóctel de proporciones equilibradas. Algo que nos hace pensar y sentir, tal vez para que entendamos las relaciones humanas de otra manera (y así intentemos cambiar el mundo, como decíamos antes).

Laura, su protagonista, es una persona como cualquier otra que nos cruzamos por la calle, o que vive en nuestro portal, o que conocimos un día y cuya vida repasamos ociosamente un día de lluvia en nuestra casa con amigos o familiares para pasar el tiempo. Pero Laura también somos nosotros y, por eso, conociéndola en la intriga inherente a esta obra, nos interesamos. Nos inmiscuimos. Le daríamos consejos, porque en estas páginas vamos a vivir en sus zapatos, vamos a experimentar sus vicisitudes, que en el imán de sus renglones serán nuestras también. Y de esa forma, mediante la simulación de la vida que es la buena literatura, aprenderemos a vivir y a sortear los embates del azar al que, como dijo Boris Vian, estamos condenados.

Sigamos pues el rastro de estas miguitas, canción de letra sencilla, pero de potente música. Como la vida de las personas, aparentemente simple, pero llena de dilemas y contratiempos, obstáculos tan insalvables como a fin de cuentas uno quiera que sean. Sin duda leeremos este libro a gran velocidad, porque está bien escrito, porque la historia nos interesa y, quizás, porque de una manera absurda pensemos que con la lectura continua de esta historia también ayudamos a Laura sabiendo lo que le pasa (y nos ayudamos a nosotros mismos).

Y me viene a la mente esta frase de Albert Camus,
«toda la desgracia de los hombres proviene de la esperanza».
Mentira. Una gran mentira.
¿A que sí, Laura?
¿A que sí, Benet? 

Juan Ignacio Ferrándiz avellano

 

SOLEDAD, ESTA VEZ NO

De nuevo aquí me tienes,

a tu merced.

Una noche más,

serás tú quien me acompañe.

 

Tu cínica risa escucharé,

mientras me recuerdas

que eres tú,

 mí más fiel compañera.

 

Hoy,

entre tus brazos dormiré

un día más, ¡disfrútalo!

Pero una cosa has de saber

mi querida SOLEDAD,

te esperaba esta vez.

No fue una sorpresa tu llegada

y ya no me amedrentas

con tu vacío y oscuridad.

Y te advierto,

no habrá lugar para ti,

 en mi corazón.

PUNTO DE INFLEXIÓN   Laura continuaba con su nueva vida, la cual comenzó aquella noche cuando se cruzó con la imagen que reflejaba de ella, ...

RETAZOS