Ángel custodio

«¿Por qué no se lo dije cuando me fui…?», me pregunté al conocer la noticia.

Después, cogí el libro que me regaló tres años atrás e intenté concentrarme en la lectura. En la primera hoja, escrito a mano se podía leer; escucha al ratón…

Debió vencerme el sueño, pues me desperté sobresaltado al oír:

—Enhorabuena. Señora directora.

—No fue necesario que dijeras nada, cuando solicitaste la excedencia supe que habías comprendido mi mensaje y, la fábula del ratón y el trozo de queso, esperaba este momento

«Seguro que lo he soñado», pensé.

A continuación, me pregunté sí aquel sueño era para acallar mi conciencia, o sí, él seguía cuidando de mí.

Aunque, lo más probable era que lo hubiera provocado las contradictorias emociones vividas aquel día.

Por la mañana se confirmó mi ascenso y horas después supe de la muerte de Santiago Ortiz, verdadero artífice de mi ascenso y hacía más de un año que no hablaba con él.

 

  


NO FUIMOS MÁS

Fuera de ti y de mí,
tímidamente
anuncia su llegada el estío.
Al horizonte que el atardecer en rojo tiñe
se acercan nuestras huellas.
Y la pleamar baña nuestros pies.
Viste el estío tu cuerpo,
las verdes oleadas de tus ojos
inundan mi mirada.
Una sonrisa de nácar
reflejaba su brillo
en tus rosados labios.
El rubor por lo inevitable
pero no previsto,
enrojece tu rostro.
El otoño tejía mis sienes
con blancos hilos,
las llamas de la pasión
ya consumió.
La timidez de prudencia
se enmascara
y al deseo amordaza.
Dentro de ti y de mí,
las olas que en tus ojos nacen
arrastran la timidez,
el nacarado brillo de tu sonrisa
prende la llama de la pasión.
La prudencia apaga tu rubor.
Lo no previsto
deja de ser inevitable,
nuestros labios se funden
y no fuimos más
ni tú ni yo.
En la arena
la pleamar borra
una sola huella.
Y la primavera
engendra un amor
que el estío alumbrará.
Benet da silva 06 de julio de 2021


 


1.    ¿Qué es la vida…?

Escogió con atención el vestuario, después de vestirse ensayo su dialogo una vez más, templó sus nervios delante del espejo haciendo gestos. Se dirigió al escenario repitiendo para si las palabras que debía decir. Aquella representación era crucial para su futuro.

Cuando finalizo la escenificación, se marchó a su casa, para esperar noticias.  Dos horas más tarde, recibía una llamada en la que le comunicaban que era el candidato escogido para el trabajo

Lo celebró junto a su mujer, le contó como en cada momento de la entrevista, había respondido lo que aquel director quería oír, no lo que él pensaba. Ella levanto su copa.

 


OLVIDO FATAL

Tras cenar en la cafetería del hospital, decidí volver a casa a pie, la agradable temperatura invitaba a pasear a la luz de la luna. Llevaba un rato caminando, cuando se dibujó una sombra cercana a la mía. Continué avanzando unos minutos, la silueta lo hacía también a cierta distancia,    

—«Quizás coincidan nuestros caminos», pensé intentando aliviar mi creciente tensión.

Sin mirar atrás aceleré el paso hasta llegar frente al edificio de mi apartamento, metí una mano en el bolso en busca de la llave salvadora.

A mis espaldas junto a un tintineo metálico, escuché:

—No te molestes en buscarlas…

Me giré, él se acercaba despacio, en sus labios una enigmática sonrisa y entre sus dedos apretados sobresalía un objeto metálico, le vi alzar la mano…

—Toma tus llaves, te las dejaste en la cafetería.

PUNTO DE INFLEXIÓN   Laura continuaba con su nueva vida, la cual comenzó aquella noche cuando se cruzó con la imagen que reflejaba de ella, ...

RETAZOS