Reflexiones en voz alta
—¿En qué piensa mi señor? —preguntó Sancho
—¡Ay! Amigo Sancho, pensaba en el tiempo que
llevamos caminando juntos.
Ambos continuaron cabalgando en silencio, hasta que el hidalgo con un
tono más de reflexión en voz alta que de invitación a un dialogo, dijo:
—Corre el tiempo, pasa por encima de nosotros,
sin apenas percibirlo. Dejando a su paso; un arcoíris de vivencias. Rueda el
tiempo, nos sube en su noria, transportándonos en su constante; sube, baja. Nos
roza, a veces con suaves caricias, otras arañándonos con sus afiladas garras.
Hizo una breve pausa para tomar aire y prosiguió.
—De pronto te das cuenta; que no son gigantes
sino viejos molinos, eso sí, con afiladas aspas que, convierten el silbido del viento en
guturales y grotescos sonidos que la realidad distorsionan.
De nuevo un breve silencio…
—Miras a Rocinante y no queda en su cuerpo un
solo hueco para una nueva cicatriz.
Tras varios minutos callado, pregunto a su acompañante.
¿Has observado mi lanza, estimado Sancho? Su punta ya es roma y el asta llena
de esquirlas.
—Quizás sea hora de abandonar el camino y buscar
nuevos quehaceres —manifestó el caballero andante.
Benet da silva. 14 de septiembre de 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario