RUIDOSO FINAL
De repente
sonó un estruendo el cual a pesar de su intensidad y consecuencias, lo liberó. En
el transcurso de los últimos diez días, cuando empezó la cuenta atrás para
levantar de nuevo el telón en el remozado teatro, la tensión campaba a sus
anchas, apoderándose de los rostros de actores, equipo técnico, incluso la del regidor.
No en vano, la representación escogida para el estreno fue un ballet, el
elegido era ni más ni menos que El
lago de los cisnes. La danza requería movimientos ágiles y precisos, pero sobre todo, coordinados.
Sin embargo, y tras finalizar la coreografía, sonoros fueron;
el aplauso del publico y el suspiro de alivio que entre bambalinas se escuchó. Mayor
estrépito causó, la caída del tramoyista junto a su silla, al levantarse para
bailar en una impetuosa expresión de júbilo.
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