PRIMEROS SUEÑOS EROTICOS

Al alcanzar la pubertad algunos sueños se convertirían en una sucesión de escenas donde se alternaban dos rostros femeninos: el de Julia y una mujer adulta. No conseguía comprender por qué, en las secuencias sexuales aquella mujer terminaba siendo la protagonista en detrimento de Julia. El desenlace le provocaba sensaciones de placer y vergüenza. Cierto es que entre julia y la otra mujer existían ciertas similitudes, pero también grandes diferencias. Eran tan distintas Y a la vez tan iguales .


NOTA: Párrafo de la novela EL NIÑO Y LA TETA

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