ANDALUCÍA
Cuando apenas mis alas
podían abrirse,
 el viento de los sucesos
a tu regazo me empujaron,
me acogiste,
escuchando mi crecer de rebeldes trinos.
 
Con vehementes aleteos
de inciertos rumbos,
tus campos verdes y blancos
de esperanza y pureza,
sobrevolé.
 
En ellos;
conocí el amor,
bebí el fruto de tus entrañas,
con él enjuagué, risas y llantos.
Saboreé, el sudor de tus hijos
cuando mi apetito sacié.
 
En tu vientre,
que en tiempos engendró,
olivos centenarios y hombres libres.
Se gestaron mis más valiosos tesoros,
dos esquejes a los que meces
con brisa marinera.
Y en su crecer,
entras un poco más
en mí sentir.
 
Pero,
hoy que mis alas sosegaron su rumbo,
mi trinar calla.
Y se escucha de jóvenes polluelos
su triste piar.
Y en mi vuelo, Veo;
Lazos rojos de sangre
y amarillos de desolación.
Lazos que esconden
eslabones de acero
forjados en pos de falsas alianzas
y utópicos sueños de grandeza.
 
Benet da Silva 28 de febrero 2015
Reformada 29 de mayo de 2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PUNTO DE INFLEXIÓN   Laura continuaba con su nueva vida, la cual comenzó aquella noche cuando se cruzó con la imagen que reflejaba de ella, ...

RETAZOS