TODO IGUAL SEGUIRÁ
Tus ojos en negra
oscuridad,
olvidaron ya el
sabor del sol.
En alevosa
necesidad
arrancas postigos
de ventanas antaño
cerradas.
Dejas entrar la
luz,
te ciega, te
aturde,
aun así, se
levantan tus parpados
con desafiante
necesidad.
Abres puertas de
par en par,
forzando
cerraduras ya oxidadas.
Para sentir en tu
rostro
ráfagas de aire
fresco.
Sopla el viento,
silbando en
susurros.
Tomas uno de ellos
asiendo sus crines
con fuerza,
galopas hacia un
regreso
de reiniciante
necesidad.
Hallas rincones,
allá donde
tus pasos te
llevaron
sin siquiera, el
propósito de ir.
Exploras nuevas
manos,
cuál fuente de
agua fresca.
Y cuando la sed,
se torna en
inquietud.
Surgen manos
abiertas
donde saciarla.
Con nuevas,
pero, reconocibles
aguas.
Y te hablan con
palabras no escuchadas,
pero antes oídas.
Son manos
invisibles
que sientes como
amigas,
en su distante
cercanía.
Abres los ojos,
encuentras nuevos rayos de luz.
Luz añorada
en su desemejante
semejanza,
a la cual un día
abandonaste.
Luz lejana que te
abraza,
esclareciendo tu
mirada
desde su distante
proximidad.
Galopas en el
viento,
te fundes en su
susurro,
con palabras no
dichas,
aunque, en su
silencio, percibidas.
Murmuro que
intuyes escuchado,
en su silencioso
clamar.
Desde la invisible
visibilidad,
que da la
intuición.
Y regresas al
punto de partida
donde se unen en
tu bagaje;
nuevas y antiguas
manos,
viejos susurros,
se unen a otros que llegan
de rincones no
vistos.
Y al reiniciar tu
camino
sabes que,
en esta miscelánea
de sensaciones;
aunque todo
cambiara,
todo igual
seguirá.
Benet da Silva 04
de marzo 2024
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